Ya terminé de hacer que mi esposo se corriera, ahora es mi turno

Estaba cansada de esto de ir a follar a mi marido y que él se corriera con solo 3 minutos, siempre alegando que estaba muy caliente y que por esa misma razón no podía contener las ganas de darme una corrida rápida mientras me comía. Realmente necesitaba un macho cachondo, con una gran polla que pudiera soportar saciarme, dándome una verdadera polla azotándome hasta el final, comiéndome el coño y el culo hasta que me hiciera correrme también...